jueves, 12 de julio de 2012

Para un bebé.


   Una de mis primas va a tener un bebito, bueno, una bebita y como esta semana viajo a la capital para ir a ver a la familia (de hecho, esta es una entrada programada, prometo ponerme al día al volver) quise llevarle un detallito hecho por mí.



    Debo reconocer que, con esta aventura lanera que comencé hace meses, la idea de los regalos ha cambiado totalmente y aunque sé que aún tengo mucho que aprender, me animo a hacer regalos artesanos porque sé que, si bien no son perfectos, están llenos de cariño. Cada nudo hecho con la lana o el hilo es un pensamiento bonito para la persona que se quedará lo que estás haciendo y quisieras ser capaz de hacer algo genial para todas las personas importantes de tu vida. Espero que, con el tiempo, sabré hacer algo que les guste, por ejemplo, a mis dos hermanos.



    Este conejito, en mi caso conejita, me había saludado hacía tiempo desde la blogosfera y me pareció siempre muy lindo, por eso, cuando pensé en algo que hacer para esta pequeña que nacerá dentro de unos meses me pareció que una compañerita de juegos de orejas grandes era una buena idea.

    Debo reconocer que lo he pasado muy bien tejiéndola, a pesar de que no me gusta especialmente hacer amigurumis y que el resultado final me gusta mucho, ¿no os parece simpática?



    El patrón lo podéis encontrar aquí y yo le pedí los ojitos de seguridad a Lara de Cocooga, una persona encantadora que me asesoró (porque yo ni flores de qué tamaño usar) y respondió a todas mis preguntas con cariño y paciencia.

    No sé si os gusta hacer muñecos pero, si es así, este no defrauda en absoluto.

    Muchas gracias a todos por venir a verme.

    Un abrazo y nos leemos.

miércoles, 4 de julio de 2012

Una manta calentita.


   Me he dado cuenta de que, a mis labores hechas hasta ahora, les he hecho pocas fotos y más bien sosas. No es que yo tenga mucha chispa para esos temas pero trataré de mejorar a partir de ahora, o, por lo menos, hacerlas un poco más simpáticas o del proceso.





   Ya sé que en muchos sitios el calor aprieta que da gusto, aquí mismo, sin ir más lejos y que esta manta que traigo hoy da un poco de angustia solo de verla pero es que justo, es un regalo que hice hace unos días.



    Desde que me animé con las lanas una amiga mía miraba con ojos golositos las mantas que hacía (pequeñas, para bebés) así que decidí hacerle una para su sofá y regalársela en su cumpleaños. Lo malo es que ella cumple años en junio, que es un mes más propicio para regalar bikinis, la verdad.





    En fin, esta es la manta, muy sencilla, toda de punto alto y enlazando los colores. Usé una lana muy gruesa y ganchillo del 9. El caso es que la lana resultó ser muy suave y agradable y a pesar de que la terminé en mayo, con un calor tremendo, fue muy agradable de hacer. Pensé en hacer una para mí, con la misma lana pero esperaré a que corra un poquito de aire, ahora es imposible planteárselo.



    ¿Qué os parece? Es mi primera manta grande :)





    Quería enseñaros también mi rincón de las labores. Hace unos días me vi con esta cajita tan linda que tenía que haber sido para un regalo pero resultó demasiado grande. No sabía qué hacer con ella y finalmente opté por meter mis labores en proceso o las que iba a empezar pronto y ponerlas en mi lado del sofá, para tenerlas a mano. En el estuche verde están todos mis ganchillos y el boli (regalo de mi hermana durante su año en Inglaterra) y el cuaderno son para anotar patrones, etc. La cajita pequeña es mi costurero minúsculo con lo poco que necesito, tijeras (¿no son divinas? Me las regaló mi papi), aguja de coser lana, imperdibles y metro.





    ¡Ah! El patito me tocó en un sorteo de Bigunki y es compañero de vueltas y pasadas.