miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hoy no hablamos de lanas.


     No, hoy voy a cambiar de tema y voy a hacerlo en los tres blogs porque esto me parece importante.

     Ya estamos, como quien dice, en Navidad y grandes y pequeños empezamos a hacer, unos más tímidamente que otros, listas de cosas que nos gustaría que los Reyes Magos nos dejaran en el zapato el día 5 por la noche.

     Estoy segura de que en muchas cartas aparece la petición de un perrito, un gatito o una mascota de cualquier tipo. ¡Es un regalo genial! Seguramente uno de los que más ilusión hace. Cuando yo tenía 10 años los reyes me trajeron un hámster, pequeño y precioso al que, por recomendación de mi padre, llamé Plinio (no os imagináis lo que me costó aprenderme el nombre). No lo había puesto en la carta y cuando lo vi no me lo podía creer, ¡un hámster! Fue una mascota simpática que me enseñó muchas cosas de lo que conlleva tener un animal en casa, de las buenas y de las malas. A nivel personal, para mí fue una alegría.
Zar

     Debo reconocer que mis padres siempre fueron muy generosos en este sentido (y en tantos otros, claro) y a pesar del follón que suponía en muchos aspectos siempre nos dejaron tener animales en casa, tortugas, peces, roedores de varios tipos, pájaros y por fin, Zar, nuestro primer perro, pasaron por allí y nos ayudaron a cuidar de ellos cuando fue necesario. No os digo más que ahora cuidan de la tarántula de mi hermana cuando ella viaja o se traslada por trabajo, que es bastante a menudo.

     Hoy ya tengo mi casa y mi pequeña familia con Jaime, de momento compuesta por nosotros y nuestro bichillos, los conocéis, Byron y Hermione nos acompañan y aguantan con nosotros ratos buenos y malos. También tenemos un acuario con unos peces que soportan nuestros múltiples despistes estoicamente y hace unos meses despedimos a Gibbs, un lagarto al que habíamos adoptado porque sus dueños no podían cuidarlo. En casa de mis padres, además de Okara, la tarántula de la que ya os he hablado, vive Seto, al que adoptamos cuando Zar nos dejó, por una enfermedad, después de 10 años con nosotros.
Seto

     Ya veis, somos una familia muy grande.

     ¿Y por qué os cuento todo esto? Porque sé que a muchas casas llegarán nuevas mascotas estas fiestas y quiero apelar a la responsabilidad de todos,  grandes y pequeños, pero sobre todo grandes. Un animal, como mascota, es un compañero y un amigo y quien no lo sienta así no debería tenerlo. NO ES UN JUGUETE, hay que cuidarlo, mantenerlo limpio y sano, prestarle atención y darle cariño y en todo esto, hay ratos muy buenos y también un poco menos buenos. Un perro no nace sabiendo traer la pelota, ni hacer sus cosas en la calle, un pájaro canta cuando menos te apetece oírlo, un gato rompe las cortinas, un ratón no suele dar la patita y hay que limpiar su jaula con frecuencia… En fin, ¿qué os voy a contar? Estos amigos dan trabajo, ensucian, hacen ruido, no te dejan dormir y un millón de cosas no muy divertidas más. A cambio, es imposible contaros todo lo que nos dan, cómo nos hacen reír, nos entienden, nos aguantan… Yo, desde luego, no puedo expresaros lo agradecida que estoy por haber sido un poco loca y haber abierto la puerta de casa para ellos. Mi casa es un poco caótica, ¡pero nos reímos mucho! Y desde luego nos queremos con locura ;)
Byron

     Hoy en día el mercado de las mascotas es graaande y menos bonito de lo que me gustaría reconocer. Yo soy partidaria de ir a las protectoras, que están llenas y de ellas llegaron Seto y Byron pero los animales que están en las tiendas también tiene derecho a tener un hogar y lo cierto es que no se les trata tampoco muy bien. En fin, donde más os guste, pero siempre con responsabilidad, siendo conscientes de lo que hacéis y teniendo claro que la familia aumentará con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Por favor, si no es así, ¡hay un motón de regalos bonitos para hacer! Pero las calles no se pueden seguir llenando de perros y gatos que no saben sobrevivir solos porque nacieron en cautividad, de loros y tortugas que acaban con las especies autóctonas y además no están en el mejor ambiente para ellos, de roedores con camadas enormes que se convierten en plagas. ¡Vamos a ser responsables! Si tenemos animales que sea para quererlos, cuidarlos y respetarlos y si no, no los tengamos.
Hermione

     Y por supuesto, seamos también respetuosos con los demás, que al que no le gusten, no tiene por qué aguantarlos.


     Y ya os he dado la lata bastante por hoy. Os mando un abrazo grande a todos y nos leemos.

jueves, 6 de diciembre de 2012

De vuelta y un sorteo interesante.


    Hace mucho que no actualizo este blog  la verdad es que, aunque yo sabía que no podría escribir tanto como me gustaría, me da mucha pena que haya pasado tanto tiempo desde la última entrada.

    Los que me acompañáis en los otros blogs sabéis que paso por una etapa un poco caótica en la que los planes, los nuevos proyectos y los nervios me acompañan continuamente. Y claro, con tanto ajetreo, no podía ser de otro modo, ¡he sufrido mi primera crisis tejeril!
 
 

    Y es que tenía entre manos proyectos complicados, que requerían un estado de ánimo más sosegado del que yo tenía y cómo no, todo me salía feo. Pasé días sin tejer, o tejiendo derecho y revés solo por hacer algo mientras veía la tele y pensando que necesitaba algún proyecto de esos que se hacen solos.

    Por suerte hemos recuperado la cordura en ese aspecto y a salto de mata hemos ido avanzando. He hecho cuellos rápidos para regalar, unos mitones y uno de los bella´s mittens  (el otro me está esperando pero es que los cuellos llegaron y se fueron de sorpresa, ni fotos le hice), algunos cuadros para mi manta (ya os contaré) y sobre todo, muchos planes con lanas preciosas y patrones desafiantes, por lo menos para mí.

    A partir de ahora espero ir enseñándoos más cosas aunque debo reconocer que hasta dentro de unos meses esta casa seguirá siendo un poco caótica y yo con ella. Tenedme un poco de paciencia, por favor porque ya me he dado cuenta de que mi vida se refleja en mis labores de una manera asombrosa.

    Como no tengo nada nuevo que mostrar, os traigo algo de hace tiempo pero que me apetecía mucho que vierais.
 
 

    Es un conjunto de cartera y monedero que hicimos entre mi hermana y yo para regalarle a mi madre. Ella, que es muy manitas, se encargó de la parte de cuero y yo de los hilos. Quedó resultón, ¿no os parece? A mí me gusta porque lo hicimos juntas y porque era un regalo especial.





    Ah! Aprovecho esta entrada para contaros que en Greta and the Fibers están e aniversario y tienen un sorteo en marcha, ¿os lo vais a perder? Yo, desde luego, no. No he tenido la suerte de trabajar con sus lanas pero sé de buena tinta que son maravillosas.



    En fin, poco más, volveré pronto, espero, con mis nuevas hazañas (porque, sí, a pesar de que ya no soy tejedora novel, según qué labores, son autenticas hazañas para mí).

                Un abrazo a todos y nos leemos.

lunes, 8 de octubre de 2012

Con lunes así, ¿quién necesita viernes?

    Nunca os he contado porque Alex es la madrina de mi blog de labores, os lo voy a contar.

    Cuando mi madre me enseñó a tejer el año pasado (sí, sí, estoy a punto de cumplir mi primer año como tejedora novata) yo supuse que, igual que había blogs de literatura, debía de haberlos de labores. No me equivoqué y poco a poco fui encontrando espacios estupendos en los que maravillarme y aprender. Uno de ellos fue el de Alex. Me encantaban las cosas que hacía y además, Rukia, su perrita, siempre aparecía en los post, haciéndolos muy especiales. Empecé a seguir el blog y en una de sus entradas me animé a dejar un comentario, creo recordar que lleno de dudas. ¡Alex tuvo el detalle de responderme con un mail largo en el que me explicaba cosas! Se lo agradecí muchísimo y desde entonces la correspondencia ha continuado.



    Ya os imaginaréis que hablar conmigo de labores y lanas es soportar un continuo bombardeo de preguntas, que si estas agujas, que si no me sale el punto, que si qué grosor de lana... Ella siempre me ayuda, me busca patrones que puedan resultarme sencillos, me orienta con los puntos, me va chivando cuando me atasco con los patrones en inglés (o sea, siempre) y todo lo hace entre risas, chistes y con una paciencia tremenda. Además, me diseñó la imagen del blog cuando me decidí a abrirlo y os puedo asegurar que la volví loca, jeje, ¿cómo no iba a ser la madrina de mi blog? Eso y más se merece.

    Lo cierto es que, entre punto y punto nos hemos ido contando cosas y ahora es estupendo escribirnos, cotillear, arreglar el mundo, animarnos y de camino, tejer juntas.

    Estamos muy lejos una de la otra pero oye, ¡nos entendemos rebien! Y charlando, charlando, decidimos hacer un intercambio. Nunca había hecho uno y me ha gustado mucho, claro, ¡es muy divertido!

    Justo esta mañana, para empezar la semana sonriendo, llegó su paquete y ¡oooooh! Venía cargadito de sorpresas.



    Evidentemente, Byron y Hermione han olisqueado el paquete por todas partes pero Byron se ha escondido en cuanto ha visto la cámara de fotos. Hermione, por supuesto, ha permanecido a mi lado y ha trasteado todo lo que ha podido.

    Así de bien colocadito venía todo. Parece mentira que cupieran tantas cosas en la caja.



    Y ¡mirad qué de cosas!



    Hermione se ha dado cuenta de que voy a ir hecha un pincel con estas pinturitas tan lindas.



    ¿Sabíais que Alex hace unas manualidades preciosas? Yo no veo el momento de usarlo todo.



    No me diréis que las setas para marcar los puntos no son geniales.



    Y las lanas... madre mía, no me cansaba de mirarlas y tocarlas, son preciosas, ¿verdad? Con algunas ya sé que hacer, con otras tengo dudas, ¿alguna sugerencia?



    Como la peque me había robado la caja para meterse dentro no descubrí las agujas hasta más tarde, ¡son para tejer unos bella mittens!



    Y hasta se ha acordado de Byron que está encantado con su nueva chuche. Eso sí, tiene que defenderla de Hermione que si no prueba todo lo que ve no se queda tranquila. Esta vez no le podemos dar un trocito porque está durísimo y ella aún es muy pequeñita.



    En fin, ya veis que este intercambio ha sido maravilloso y que el paquete ha convertido el lunes en un ¡súper lunes!

    Un millón de gracias, Alex, por todo. ¡¡Gracias, gracias, gracias!!

    ¡Estoy recontenta! Y Byron también. Aunque él es tímido y se le nota menos ;)


jueves, 27 de septiembre de 2012

¡Para el frío!


    Ser amigo de una tejedora novata tiene mucho pero que mucho peligro porque una, en su afán por hacer regalos llenos de puntos que se escapan y cariño, experimenta y aprende precisamente mientras confecciona estos detallitos.



    Los amigo especiales, esos que vienen a cenar a casa y a los que vemos poco pero adoramos son lo que se llevan la palma.

    En mi caso, un antiguo compañero de trabajo y batallas que hoy en día me regala libros y más libros y que siempre se acuerda de Jaime y de mí cuando viaja a su tierra, Argentina y nos trae historias divertidas y algún adorno original para la casa.



    Pues bien, este pobre incauto, que además es muy friolero, pagó la primera novatada cuando los Reyes Magos le dejaron en casa un gorrito un poco pequeño y una bufanda un poco ancha, hechas de ganchillo con un merino muy suave y bonito.



    El caso es que al final el gorro fue cediendo y hoy se lo pone mucho. La bufanda, aquí en Sevilla, no puede salir demasiado a la calle pero aún así, él me dice que le encanta.



    Así pues, no contenta con eso y dispuesta como estaba a aprender a usar la agujas de doble punta volví a experimentar con él y le hice unos mitones a juego con el regalo anterior. Y oye, le han gustado porque quiere que le haga otros de color negro :)



    Debo decir que tejer con agujas de doble punta me ha resultado más fácil de lo que esperaba y muy divertido y que, ensayando un par de puntos, estaré lista para tejer manoplas, guantes y más mitones que van a hacer las delicias (espero) de todo el que ose cruzarse en mi camino con las manos frías.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Chal de punto.


    Una de las primeros cosas que hice cuando aprendía a tejer fue bichear en internet sobre el mundo de las lanas. Descubrí que era realmente amplio y un millón de blogs que me enamoraron al instante.

    Y claro, todas las prendas bonitas que veía quería hacerlas. De hecho, sigo queriendo hacerlas, obvio.



    Me llamó la atención ver por todas partes las agujas circulares y el hecho de que los chales siempre necesitaran de ellas para realizarse y ni corta ni perezosa decidí que quería aprender a hacer un chal de punto usando agujas circulares.

    La madrina de mi blog, Alex, que es un encanto y tiene una paciencia tremenda, me envió patrones, me enseñó a hacer unos puntos y otros y trató de resolver mis múltiples dudas pero yo tenía dos problemas. Uno, que aún estoy aprendiendo y la otra que difícilmente se puede seguir un patrón en inglés si no sabes de qué habla. No sé si me entendéis, a medida que voy aprendiendo y controlando puntos y técnicas los voy entendiendo mejor pero, ¡un patrón de chal en inglés sin saber ni cómo se aumenta! Eso es un poco locura y a pesar de la paciencia de Alex, que le agradezco infinito, tuve que reconocer que había picado muy alto. Como bien me dijo ella, lo normal es empezar con bufandas de punto bobo no con chales calados.



    Así las cosas y después de múltiples intentos opté por buscar un patrón fácil en español, con pocos puntos y repetitivo para ir familiarizándome con los chales, las agujas circulares, los aumentos, etc..



    Y este fue el resultado. No quedó perfecto ni precioso como los de Alex pero no está mal. Como lo quería para el cuello no lo hice muy largo, pensando que aumentaría bastante al bloquearlo. Lo cierto es que no ha aumentado tanto como yo esperaba y el resultado es un poco corto pero bueno, me gusta, creo que quedó bonito. La experiencia, además, me vino muy bien porque entre chal y chal descartado, aprendí puntos para todos ellos y tuve mi primer contacto con los patrones en ingles que estoy segura de que no se me resistirán siempre.







    Saqué el patrón de aquí.



    Mientras tejía este chal recurrí a uno de mis tés favoritos, el de menta y chocolate. ¿Os gustan los bombones After Eight? Pues este té huele como ellos y sabe muy parecido, está realmente delicioso, os lo recomiendo.


martes, 14 de agosto de 2012

La toquilla de Kiara.


    Hace unos días os hablaba de cómo aprendí a hacer punto del derecho y del revés para poder regalar una toquilla al bebé de una amiga. Me parece que lo justo es que os enseñe cómo quedó. Como siempre, no es perfecta pero va cargadita de cariño.



    Mi madre siempre dice que esta toquilla es un buen regalo porque se usa mucho debido a su buen tamaño. A ella se la regalaba mi abuela Carmela, la madre de mi padre y ahora ella la hace para todos los bebés que van naciendo a su alrededor y lo cierto es que con mucho éxito. De hecho, mis primas se la piden cuando esperan la llegada de un peque.



    Le he visto hacerla tantas veces y siempre me pareció tan bonita que yo también quise incluirla en mi lista de regalos, mucho más teniendo en cuenta que es ella quien me ha enseñado. Por supuesto, el día que yo tenga hijos, espero que las toquillas las haga mi mami, por la carga afectiva que esto lleva.



    Ella suele hacerlas de un solo color pero a una amiga mía se la hizo de dos y a mí me gustó la idea. Mi problema, ¡se me acabó la lana gris antes de tiempo! No sé por qué, aún no entiendo en qué fallaron mis cálculos pero el caso es que la tienda de lanas ya estaba cerrada por vacaciones y yo tenía que resolver el problema... No quedó mal, ¿no? La idea inicial era hacer el punto de color gris y el ganchillo de color rosa pero, ya veis.



    Por si a alguien le interesa, la toquilla mide más o menos 50 X 60 cm, el punto es simplemente derecho y revés y el ganchillo cadenetas y punto alto. Fácil, entretenida y bonita de hacer.
¿Os gusta? Yo quedé bastante satisfecha con el resultado, a pesar de los problemas con la longitud de las lanas y a mi amiga le gustó mucho, eso fue lo mejor, claro.



    ¡Ah! Con esta toquilla aprendía a tejer sin apoyar la aguja bajo el brazo, con el método continental y con mis primeras agujas de bambú, un capricho, lo sé pero taaaan agradables.


jueves, 2 de agosto de 2012

Mi primera labor de punto. Un cuello.


     Leí en El círculo de punto que es beuno quedarse con la primera labor que uno hace. Tal vez alguien debería haberme dicho eso cuando aprendí a hacer ganchillo. Con toda mi buena intención y muchísimo cariño tejí una toquilla para el bebé de una amiga. A ella le encantó y me lo agradeció mucho, así de encantadora es mi amiga, pero so sé que la toquilla está llena de fallos e irregularidades y que no pasa de simpática. Aquí la tenéis.

Ya veis,ni siquiera me salieron todos los cuadros iguales...


    Cuando le pedí a mi madre que me enseñara a hacer punto para regalar otra toquilla a otro bebé decidí aprender con algo que se fuera a quedar en casa así que mi lucha con el punto del derecho y del revés comenzó para hacer un lindo cuello con una lana muy bonita y agradable que tenía en casa.



    Como buena tejedora novata que soy peco de impaciente y quiero que todo me quede como lo que veo en otros blogs o como lo que hace mi madre pero lo cierto es que, siendo muy consciente de la cantidad de errores que llenan mis labores, me siento muy orgullosa de cada avance y cada paso que doy.



    Haciendo este cuello aprendí a tejer con la aguja apoyada bajo el brazo y como ya he dicho, me animé con el punto del derecho y del revés. Por suerte, aún hay mil cosas que no sé hacer pero, esta vez, e resultado me gustó y el próximo otoño lo luciré feliz y calentita, con los puntos de más y de menos que se me hayan podido escapar y con esos ojales rústicos que hice. Esta es mi primera labor de punto y a mí me encanta :)



    ¡Ah! Y no debió de salirme tan mal porque mi hermana me ha pedido que le haga uno igual de color verde.



jueves, 12 de julio de 2012

Para un bebé.


   Una de mis primas va a tener un bebito, bueno, una bebita y como esta semana viajo a la capital para ir a ver a la familia (de hecho, esta es una entrada programada, prometo ponerme al día al volver) quise llevarle un detallito hecho por mí.



    Debo reconocer que, con esta aventura lanera que comencé hace meses, la idea de los regalos ha cambiado totalmente y aunque sé que aún tengo mucho que aprender, me animo a hacer regalos artesanos porque sé que, si bien no son perfectos, están llenos de cariño. Cada nudo hecho con la lana o el hilo es un pensamiento bonito para la persona que se quedará lo que estás haciendo y quisieras ser capaz de hacer algo genial para todas las personas importantes de tu vida. Espero que, con el tiempo, sabré hacer algo que les guste, por ejemplo, a mis dos hermanos.



    Este conejito, en mi caso conejita, me había saludado hacía tiempo desde la blogosfera y me pareció siempre muy lindo, por eso, cuando pensé en algo que hacer para esta pequeña que nacerá dentro de unos meses me pareció que una compañerita de juegos de orejas grandes era una buena idea.

    Debo reconocer que lo he pasado muy bien tejiéndola, a pesar de que no me gusta especialmente hacer amigurumis y que el resultado final me gusta mucho, ¿no os parece simpática?



    El patrón lo podéis encontrar aquí y yo le pedí los ojitos de seguridad a Lara de Cocooga, una persona encantadora que me asesoró (porque yo ni flores de qué tamaño usar) y respondió a todas mis preguntas con cariño y paciencia.

    No sé si os gusta hacer muñecos pero, si es así, este no defrauda en absoluto.

    Muchas gracias a todos por venir a verme.

    Un abrazo y nos leemos.

miércoles, 4 de julio de 2012

Una manta calentita.


   Me he dado cuenta de que, a mis labores hechas hasta ahora, les he hecho pocas fotos y más bien sosas. No es que yo tenga mucha chispa para esos temas pero trataré de mejorar a partir de ahora, o, por lo menos, hacerlas un poco más simpáticas o del proceso.





   Ya sé que en muchos sitios el calor aprieta que da gusto, aquí mismo, sin ir más lejos y que esta manta que traigo hoy da un poco de angustia solo de verla pero es que justo, es un regalo que hice hace unos días.



    Desde que me animé con las lanas una amiga mía miraba con ojos golositos las mantas que hacía (pequeñas, para bebés) así que decidí hacerle una para su sofá y regalársela en su cumpleaños. Lo malo es que ella cumple años en junio, que es un mes más propicio para regalar bikinis, la verdad.





    En fin, esta es la manta, muy sencilla, toda de punto alto y enlazando los colores. Usé una lana muy gruesa y ganchillo del 9. El caso es que la lana resultó ser muy suave y agradable y a pesar de que la terminé en mayo, con un calor tremendo, fue muy agradable de hacer. Pensé en hacer una para mí, con la misma lana pero esperaré a que corra un poquito de aire, ahora es imposible planteárselo.



    ¿Qué os parece? Es mi primera manta grande :)





    Quería enseñaros también mi rincón de las labores. Hace unos días me vi con esta cajita tan linda que tenía que haber sido para un regalo pero resultó demasiado grande. No sabía qué hacer con ella y finalmente opté por meter mis labores en proceso o las que iba a empezar pronto y ponerlas en mi lado del sofá, para tenerlas a mano. En el estuche verde están todos mis ganchillos y el boli (regalo de mi hermana durante su año en Inglaterra) y el cuaderno son para anotar patrones, etc. La cajita pequeña es mi costurero minúsculo con lo poco que necesito, tijeras (¿no son divinas? Me las regaló mi papi), aguja de coser lana, imperdibles y metro.





    ¡Ah! El patito me tocó en un sorteo de Bigunki y es compañero de vueltas y pasadas.