lunes, 24 de diciembre de 2012
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Hoy no hablamos de lanas.
No, hoy voy a
cambiar de tema y voy a hacerlo en los tres blogs porque esto me parece
importante.
Ya estamos, como quien dice, en
Navidad y grandes y pequeños empezamos a hacer, unos más tímidamente que otros,
listas de cosas que nos gustaría que los Reyes Magos nos dejaran en el zapato
el día 5 por la noche.
Estoy segura de que en muchas cartas
aparece la petición de un perrito, un gatito o una mascota de cualquier tipo.
¡Es un regalo genial! Seguramente uno de los que más ilusión hace. Cuando yo
tenía 10 años los reyes me trajeron un hámster, pequeño y precioso al que, por
recomendación de mi padre, llamé Plinio (no os imagináis lo que me costó
aprenderme el nombre). No lo había puesto en la carta y cuando lo vi no me lo
podía creer, ¡un hámster! Fue una mascota simpática que me enseñó muchas cosas
de lo que conlleva tener un animal en casa, de las buenas y de las malas. A
nivel personal, para mí fue una alegría.
Zar |
Debo reconocer que mis padres
siempre fueron muy generosos en este sentido (y en tantos otros, claro) y a
pesar del follón que suponía en muchos aspectos siempre nos dejaron tener
animales en casa, tortugas, peces, roedores de varios tipos, pájaros y por fin,
Zar, nuestro primer perro, pasaron por allí y nos ayudaron a cuidar de ellos
cuando fue necesario. No os digo más que ahora cuidan de la tarántula de mi
hermana cuando ella viaja o se traslada por trabajo, que es bastante a menudo.
Hoy ya tengo mi casa y mi pequeña
familia con Jaime, de momento compuesta por nosotros y nuestro bichillos, los
conocéis, Byron y Hermione nos acompañan y aguantan con nosotros ratos buenos y
malos. También tenemos un acuario con unos peces que soportan nuestros
múltiples despistes estoicamente y hace unos meses despedimos a Gibbs, un
lagarto al que habíamos adoptado porque sus dueños no podían cuidarlo. En casa
de mis padres, además de Okara, la tarántula de la que ya os he hablado, vive
Seto, al que adoptamos cuando Zar nos dejó, por una enfermedad, después de 10
años con nosotros.
Seto |
Ya veis, somos una familia muy
grande.
¿Y por qué os cuento todo esto?
Porque sé que a muchas casas llegarán nuevas mascotas estas fiestas y quiero
apelar a la responsabilidad de todos,
grandes y pequeños, pero sobre todo grandes. Un animal, como mascota, es
un compañero y un amigo y quien no lo sienta así no debería tenerlo. NO ES UN
JUGUETE, hay que cuidarlo, mantenerlo limpio y sano, prestarle atención y darle
cariño y en todo esto, hay ratos muy buenos y también un poco menos buenos. Un
perro no nace sabiendo traer la pelota, ni hacer sus cosas en la calle, un
pájaro canta cuando menos te apetece oírlo, un gato rompe las cortinas, un
ratón no suele dar la patita y hay que limpiar su jaula con frecuencia… En fin,
¿qué os voy a contar? Estos amigos dan trabajo, ensucian, hacen ruido, no te
dejan dormir y un millón de cosas no muy divertidas más. A cambio, es imposible
contaros todo lo que nos dan, cómo nos hacen reír, nos entienden, nos aguantan…
Yo, desde luego, no puedo expresaros lo agradecida que estoy por haber sido un
poco loca y haber abierto la puerta de casa para ellos. Mi casa es un poco
caótica, ¡pero nos reímos mucho! Y desde luego nos queremos con locura ;)
Byron |
Hoy en día el mercado de las
mascotas es graaande y menos bonito de lo que me gustaría reconocer. Yo soy
partidaria de ir a las protectoras, que están llenas y de ellas llegaron Seto y
Byron pero los animales que están en las tiendas también tiene derecho a tener
un hogar y lo cierto es que no se les trata tampoco muy bien. En fin, donde más
os guste, pero siempre con responsabilidad, siendo conscientes de lo que hacéis
y teniendo claro que la familia aumentará con todo lo bueno y malo que eso
conlleva. Por favor, si no es así, ¡hay un motón de regalos bonitos para hacer!
Pero las calles no se pueden seguir llenando de perros y gatos que no saben
sobrevivir solos porque nacieron en cautividad, de loros y tortugas que acaban
con las especies autóctonas y además no están en el mejor ambiente para ellos,
de roedores con camadas enormes que se convierten en plagas. ¡Vamos a ser
responsables! Si tenemos animales que sea para quererlos, cuidarlos y
respetarlos y si no, no los tengamos.
Hermione |
Y por supuesto, seamos también
respetuosos con los demás, que al que no le gusten, no tiene por qué
aguantarlos.
Y ya os he dado la lata bastante por hoy. Os mando un abrazo grande a todos y nos leemos.
jueves, 6 de diciembre de 2012
De vuelta y un sorteo interesante.
Hace mucho que no actualizo este blog la verdad es que, aunque yo sabía que no
podría escribir tanto como me gustaría, me da mucha pena que haya pasado tanto
tiempo desde la última entrada.
Los que
me acompañáis en los otros blogs sabéis que paso por una etapa un poco caótica
en la que los planes, los nuevos proyectos y los nervios me acompañan
continuamente. Y claro, con tanto ajetreo, no podía ser de otro modo, ¡he
sufrido mi primera crisis tejeril!
Y es
que tenía entre manos proyectos complicados, que requerían un estado de ánimo
más sosegado del que yo tenía y cómo no, todo me salía feo. Pasé días sin
tejer, o tejiendo derecho y revés solo por hacer algo mientras veía la tele y
pensando que necesitaba algún proyecto de esos que se hacen solos.
Por
suerte hemos recuperado la cordura en ese aspecto y a salto de mata hemos ido
avanzando. He hecho cuellos rápidos para regalar, unos mitones y uno de los
bella´s mittens (el otro me está esperando
pero es que los cuellos llegaron y se fueron de sorpresa, ni fotos le hice),
algunos cuadros para mi manta (ya os contaré) y sobre todo, muchos planes con
lanas preciosas y patrones desafiantes, por lo menos para mí.
A
partir de ahora espero ir enseñándoos más cosas aunque debo reconocer que hasta
dentro de unos meses esta casa seguirá siendo un poco caótica y yo con ella.
Tenedme un poco de paciencia, por favor porque ya me he dado cuenta de que mi
vida se refleja en mis labores de una manera asombrosa.
Como no
tengo nada nuevo que mostrar, os traigo algo de hace tiempo pero que me
apetecía mucho que vierais.
Es un
conjunto de cartera y monedero que hicimos entre mi hermana y yo para regalarle
a mi madre. Ella, que es muy manitas, se encargó de la parte de cuero y yo de
los hilos. Quedó resultón, ¿no os parece? A mí me gusta porque lo hicimos
juntas y porque era un regalo especial.
Ah!
Aprovecho esta entrada para contaros que en Greta and the Fibers están e
aniversario y tienen un sorteo en marcha, ¿os lo vais a perder? Yo, desde
luego, no. No he tenido la suerte de trabajar con sus lanas pero sé de buena
tinta que son maravillosas.
En fin,
poco más, volveré pronto, espero, con mis nuevas hazañas (porque, sí, a pesar
de que ya no soy tejedora novel, según qué labores, son autenticas hazañas para
mí).
Un
abrazo a todos y nos leemos.
lunes, 8 de octubre de 2012
Con lunes así, ¿quién necesita viernes?
Nunca os he contado porque Alex es la
madrina de mi blog de labores, os lo voy a contar.
Cuando mi madre me enseñó a tejer el
año pasado (sí, sí, estoy a punto de cumplir mi primer año como
tejedora novata) yo supuse que, igual que había blogs de literatura,
debía de haberlos de labores. No me equivoqué y poco a poco fui
encontrando espacios estupendos en los que maravillarme y aprender.
Uno de ellos fue el de Alex. Me encantaban las cosas que hacía y
además, Rukia, su perrita, siempre aparecía en los post,
haciéndolos muy especiales. Empecé a seguir el blog y en una de sus
entradas me animé a dejar un comentario, creo recordar que lleno de
dudas. ¡Alex tuvo el detalle de responderme con un mail largo en el
que me explicaba cosas! Se lo agradecí muchísimo y desde entonces
la correspondencia ha continuado.
Ya os imaginaréis que hablar conmigo
de labores y lanas es soportar un continuo bombardeo de preguntas,
que si estas agujas, que si no me sale el punto, que si qué grosor
de lana... Ella siempre me ayuda, me busca patrones que puedan
resultarme sencillos, me orienta con los puntos, me va chivando
cuando me atasco con los patrones en inglés (o sea, siempre) y todo
lo hace entre risas, chistes y con una paciencia tremenda. Además,
me diseñó la imagen del blog cuando me decidí a abrirlo y os
puedo asegurar que la volví loca, jeje, ¿cómo no iba a ser la
madrina de mi blog? Eso y más se merece.
Lo cierto es que, entre punto y punto
nos hemos ido contando cosas y ahora es estupendo escribirnos,
cotillear, arreglar el mundo, animarnos y de camino, tejer juntas.
Estamos muy lejos una de la otra pero
oye, ¡nos entendemos rebien! Y charlando, charlando, decidimos hacer
un intercambio. Nunca había hecho uno y me ha gustado mucho, claro,
¡es muy divertido!
Justo esta mañana, para empezar la
semana sonriendo, llegó su paquete y ¡oooooh! Venía cargadito de
sorpresas.
Evidentemente, Byron y Hermione han
olisqueado el paquete por todas partes pero Byron se ha escondido en
cuanto ha visto la cámara de fotos. Hermione, por supuesto, ha
permanecido a mi lado y ha trasteado todo lo que ha podido.
Así de bien colocadito venía todo.
Parece mentira que cupieran tantas cosas en la caja.
Y ¡mirad qué de cosas!
Hermione se ha dado cuenta de que voy
a ir hecha un pincel con estas pinturitas tan lindas.
¿Sabíais que Alex hace unas
manualidades preciosas? Yo no veo el momento de usarlo todo.
No me diréis que las setas para
marcar los puntos no son geniales.
Y las lanas... madre mía, no me
cansaba de mirarlas y tocarlas, son preciosas, ¿verdad? Con algunas
ya sé que hacer, con otras tengo dudas, ¿alguna sugerencia?
Como la peque me había robado la caja
para meterse dentro no descubrí las agujas hasta más tarde, ¡son
para tejer unos bella mittens!
Y hasta se ha acordado de Byron que
está encantado con su nueva chuche. Eso sí, tiene que defenderla de
Hermione que si no prueba todo lo que ve no se queda tranquila. Esta
vez no le podemos dar un trocito porque está durísimo y ella aún es
muy pequeñita.
En fin, ya veis que este intercambio
ha sido maravilloso y que el paquete ha convertido el lunes en un
¡súper lunes!
Un millón de gracias, Alex, por todo.
¡¡Gracias, gracias, gracias!!
¡Estoy recontenta! Y Byron también. Aunque él es tímido y se le nota menos ;)
jueves, 27 de septiembre de 2012
¡Para el frío!
Ser amigo de una tejedora novata tiene
mucho pero que mucho peligro porque una, en su afán por hacer
regalos llenos de puntos que se escapan y cariño, experimenta y
aprende precisamente mientras confecciona estos detallitos.
Los amigo especiales, esos que vienen
a cenar a casa y a los que vemos poco pero adoramos son lo que se
llevan la palma.
En mi caso, un antiguo compañero de
trabajo y batallas que hoy en día me regala libros y más libros y
que siempre se acuerda de Jaime y de mí cuando viaja a su tierra,
Argentina y nos trae historias divertidas y algún adorno original para la casa.
Pues bien, este pobre incauto, que
además es muy friolero, pagó la primera novatada cuando los Reyes
Magos le dejaron en casa un gorrito un poco pequeño y una bufanda un
poco ancha, hechas de ganchillo con un merino muy suave y bonito.
El caso es que al final el gorro fue
cediendo y hoy se lo pone mucho. La bufanda, aquí en Sevilla, no
puede salir demasiado a la calle pero aún así, él me dice que le
encanta.
Así pues, no contenta con eso y
dispuesta como estaba a aprender a usar la agujas de doble punta
volví a experimentar con él y le hice unos mitones a juego con el
regalo anterior. Y oye, le han gustado porque quiere que le haga otros de color negro :)
Debo decir que tejer con agujas de
doble punta me ha resultado más fácil de lo que esperaba y muy
divertido y que, ensayando un par de puntos, estaré lista para tejer
manoplas, guantes y más mitones que van a hacer las delicias
(espero) de todo el que ose cruzarse en mi camino con las manos
frías.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Chal de punto.
Una de las primeros cosas que hice
cuando aprendía a tejer fue bichear en internet sobre el mundo de
las lanas. Descubrí que era realmente amplio y un millón de blogs
que me enamoraron al instante.
Y claro, todas las prendas bonitas que
veía quería hacerlas. De hecho, sigo queriendo hacerlas, obvio.
Me llamó la atención ver por todas
partes las agujas circulares y el hecho de que los chales siempre
necesitaran de ellas para realizarse y ni corta ni perezosa decidí
que quería aprender a hacer un chal de punto usando agujas
circulares.
La madrina de mi blog, Alex, que es un
encanto y tiene una paciencia tremenda, me envió patrones, me enseñó
a hacer unos puntos y otros y trató de resolver mis múltiples dudas
pero yo tenía dos problemas. Uno, que aún estoy aprendiendo y la
otra que difícilmente se puede seguir un patrón en inglés si no
sabes de qué habla. No sé si me entendéis, a medida que voy
aprendiendo y controlando puntos y técnicas los voy entendiendo
mejor pero, ¡un patrón de chal en inglés sin saber ni cómo se
aumenta! Eso es un poco locura y a pesar de la paciencia de Alex, que
le agradezco infinito, tuve que reconocer que había picado muy alto.
Como bien me dijo ella, lo normal es empezar con bufandas de punto
bobo no con chales calados.
Así las cosas y después de múltiples
intentos opté por buscar un patrón fácil en español, con pocos
puntos y repetitivo para ir familiarizándome con los chales, las
agujas circulares, los aumentos, etc..
Y este fue el resultado. No quedó
perfecto ni precioso como los de Alex pero no está mal. Como lo
quería para el cuello no lo hice muy largo, pensando que aumentaría
bastante al bloquearlo. Lo cierto es que no ha aumentado tanto como
yo esperaba y el resultado es un poco corto pero bueno, me gusta,
creo que quedó bonito. La experiencia, además, me vino muy bien
porque entre chal y chal descartado, aprendí puntos para todos ellos
y tuve mi primer contacto con los patrones en ingles que estoy segura
de que no se me resistirán siempre.
Saqué el patrón de aquí.
Mientras tejía este chal recurrí a
uno de mis tés favoritos, el de menta y chocolate. ¿Os gustan los
bombones After Eight? Pues este té huele como ellos y sabe muy
parecido, está realmente delicioso, os lo recomiendo.
martes, 14 de agosto de 2012
La toquilla de Kiara.
Hace unos días os hablaba de cómo
aprendí a hacer punto del derecho y del revés para poder regalar
una toquilla al bebé de una amiga. Me parece que lo justo es que os
enseñe cómo quedó. Como siempre, no es perfecta pero va cargadita
de cariño.
Mi madre siempre dice que esta
toquilla es un buen regalo porque se usa mucho debido a su buen
tamaño. A ella se la regalaba mi abuela Carmela, la madre de mi
padre y ahora ella la hace para todos los bebés que van naciendo a
su alrededor y lo cierto es que con mucho éxito. De hecho, mis
primas se la piden cuando esperan la llegada de un peque.
Le he visto hacerla tantas veces y
siempre me pareció tan bonita que yo también quise incluirla en mi
lista de regalos, mucho más teniendo en cuenta que es ella quien me
ha enseñado. Por supuesto, el día que yo tenga hijos, espero que
las toquillas las haga mi mami, por la carga afectiva que esto lleva.
Ella suele hacerlas de un solo color
pero a una amiga mía se la hizo de dos y a mí me gustó la idea. Mi
problema, ¡se me acabó la lana gris antes de tiempo! No sé por
qué, aún no entiendo en qué fallaron mis cálculos pero el caso es
que la tienda de lanas ya estaba cerrada por vacaciones y yo tenía
que resolver el problema... No quedó mal, ¿no? La idea inicial era
hacer el punto de color gris y el ganchillo de color rosa pero, ya
veis.
Por si a alguien le interesa, la
toquilla mide más o menos 50 X 60 cm, el punto es simplemente
derecho y revés y el ganchillo cadenetas y punto alto. Fácil,
entretenida y bonita de hacer.
¿Os gusta? Yo quedé bastante
satisfecha con el resultado, a pesar de los problemas con la longitud
de las lanas y a mi amiga le gustó mucho, eso fue lo mejor, claro.
¡Ah! Con esta toquilla aprendía a
tejer sin apoyar la aguja bajo el brazo, con el método continental y
con mis primeras agujas de bambú, un capricho, lo sé pero taaaan
agradables.
jueves, 2 de agosto de 2012
Mi primera labor de punto. Un cuello.
Leí en El círculo de punto que es
beuno quedarse con la primera labor que uno hace. Tal vez alguien
debería haberme dicho eso cuando aprendí a hacer ganchillo. Con
toda mi buena intención y muchísimo cariño tejí una toquilla para
el bebé de una amiga. A ella le encantó y me lo agradeció mucho,
así de encantadora es mi amiga, pero so sé que la toquilla está
llena de fallos e irregularidades y que no pasa de simpática. Aquí
la tenéis.
Ya veis,ni siquiera me salieron todos los cuadros iguales... |
Cuando le pedí a mi madre que me
enseñara a hacer punto para regalar otra toquilla a otro bebé
decidí aprender con algo que se fuera a quedar en casa así que mi
lucha con el punto del derecho y del revés comenzó para hacer un
lindo cuello con una lana muy bonita y agradable que tenía en casa.
Como buena tejedora novata que soy
peco de impaciente y quiero que todo me quede como lo que veo en
otros blogs o como lo que hace mi madre pero lo cierto es que, siendo
muy consciente de la cantidad de errores que llenan mis labores, me
siento muy orgullosa de cada avance y cada paso que doy.
Haciendo este cuello aprendí a tejer
con la aguja apoyada bajo el brazo y como ya he dicho, me animé con
el punto del derecho y del revés. Por suerte, aún hay mil cosas que
no sé hacer pero, esta vez, e resultado me gustó y el próximo
otoño lo luciré feliz y calentita, con los puntos de más y de
menos que se me hayan podido escapar y con esos ojales rústicos que
hice. Esta es mi primera labor de punto y a mí me encanta :)
¡Ah! Y no debió de salirme tan mal
porque mi hermana me ha pedido que le haga uno igual de color verde.
jueves, 12 de julio de 2012
Para un bebé.
Una de mis primas va a tener un bebito,
bueno, una bebita y como esta semana viajo a la capital para ir a ver
a la familia (de hecho, esta es una entrada programada, prometo
ponerme al día al volver) quise llevarle un detallito hecho por mí.
Debo reconocer que, con esta aventura
lanera que comencé hace meses, la idea de los regalos ha cambiado
totalmente y aunque sé que aún tengo mucho que aprender, me animo a
hacer regalos artesanos porque sé que, si bien no son perfectos,
están llenos de cariño. Cada nudo hecho con la lana o el hilo es un
pensamiento bonito para la persona que se quedará lo que estás
haciendo y quisieras ser capaz de hacer algo genial para todas las
personas importantes de tu vida. Espero que, con el tiempo, sabré
hacer algo que les guste, por ejemplo, a mis dos hermanos.
Este conejito, en mi caso conejita, me
había saludado hacía tiempo desde la blogosfera y me pareció
siempre muy lindo, por eso, cuando pensé en algo que hacer para esta
pequeña que nacerá dentro de unos meses me pareció que una
compañerita de juegos de orejas grandes era una buena idea.
Debo reconocer que lo he pasado muy
bien tejiéndola, a pesar de que no me gusta especialmente hacer
amigurumis y que el resultado final me gusta mucho, ¿no os parece
simpática?
El patrón lo podéis encontrar aquí
y yo le pedí los ojitos de seguridad a Lara de Cocooga, una persona
encantadora que me asesoró (porque yo ni flores de qué tamaño
usar) y respondió a todas mis preguntas con cariño y paciencia.
No sé si os gusta hacer muñecos
pero, si es así, este no defrauda en absoluto.
Muchas gracias a todos por venir a
verme.
Un abrazo y nos leemos.
miércoles, 4 de julio de 2012
Una manta calentita.
Me he dado cuenta de que, a mis labores
hechas hasta ahora, les he hecho pocas fotos y más bien sosas. No es
que yo tenga mucha chispa para esos temas pero trataré de mejorar a
partir de ahora, o, por lo menos, hacerlas un poco más simpáticas o
del proceso.
Ya sé que en muchos sitios el calor
aprieta que da gusto, aquí mismo, sin ir más lejos y que esta manta
que traigo hoy da un poco de angustia solo de verla pero es que
justo, es un regalo que hice hace unos días.
Desde que me animé con las lanas una
amiga mía miraba con ojos golositos las mantas que hacía (pequeñas,
para bebés) así que decidí hacerle una para su sofá y regalársela
en su cumpleaños. Lo malo es que ella cumple años en junio, que es
un mes más propicio para regalar bikinis, la verdad.
En fin, esta es la manta, muy
sencilla, toda de punto alto y enlazando los colores. Usé una lana
muy gruesa y ganchillo del 9. El caso es que la lana resultó ser muy
suave y agradable y a pesar de que la terminé en mayo, con un calor
tremendo, fue muy agradable de hacer. Pensé en hacer una para mí,
con la misma lana pero esperaré a que corra un poquito de aire,
ahora es imposible planteárselo.
¿Qué os parece? Es mi primera manta
grande :)
Quería enseñaros también mi rincón
de las labores. Hace unos días me vi con esta cajita tan linda que
tenía que haber sido para un regalo pero resultó demasiado grande.
No sabía qué hacer con ella y finalmente opté por meter mis
labores en proceso o las que iba a empezar pronto y ponerlas en mi
lado del sofá, para tenerlas a mano. En el estuche verde están todos mis ganchillos y el boli (regalo de mi hermana durante su año en Inglaterra) y el cuaderno son para anotar patrones, etc. La cajita pequeña es mi
costurero minúsculo con lo poco que necesito, tijeras (¿no son
divinas? Me las regaló mi papi), aguja de coser lana, imperdibles y
metro.
¡Ah! El patito me tocó en un sorteo
de Bigunki y es compañero de vueltas y pasadas.
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